El joven cliente no detecta la sádica mirada de su verdugo todavía no declarado. The yound customer doesn't realise the sadic look in the eyes of his tormentor to be. |
Acariciar la yugular con el filo no hace más que aumentarle el pulso y dilatarle las pupilas. Caressing the jugular with the sharp edge raises his pulse and dilates his pupils. |
Por tercera vez he ido al barbero. Por unas 10 rupias, 15 centimos de euro, no me afeito y cuando me empiezo a parecer a un baba (hombre santo) me paso por el barbero. Es la segunda vez que he ido a este en especial y me ha saludado con entusiasmo. Tras pasarme la cuchilla, me pregunta si quiero masaje. Pese a mi “nahin, nahin”, me insiste –gran don de las gentes de este país- y me decido a probar. Me echa aceite en el pelo (lo hace todo el mundo aquí) y me empieza a frotar durante un rato. Después de enmarañármelo bien, empieza a darme unos golpes que casi me echo a llorar. Puñetazos en la parte trasera de la cabeza, de esos que te dejan desorientado y con la vista nublada. Frota la cabeza. Sé reconocer cuando vienen los puñetazos porque justo antes palmea sus manos, sonido que me hace agarrarme a la silla y pedir piedad. Collejas sin compasión. Masaje con aparato de aplastar el suelo versión miniatura. También usa el instrumento para dañarme la oreja, con y sin dedo suyo metido dentro. Mi oído interno está a punto de estallar. Hubiera confesado cualquier asesinato si me hubiera prometido parar. Otro palmeo de manos, otro estallido de odio y un puñado de neuronas menos. Después de 5 infinitos minutos y 3 o 4 palmeos más, mi torturador me pregunta orgulloso que qué tal. Pseee… bieeen… un poco doloroso. En ningún momento he dejado de preguntarme el por qué tenía que sufrir tanto siendo que había pagado aunque sólo fuera menos de un euro. Tarun tuvo otro y le sentó bien, al parecer tiene que doler.
It’s the third time I’ve been to the barbershop. For 10 rupee, 0,15€, I don’t shave myself and when I start to look like a baba (holy man) I just go to the barbershop. It’s the second time I go to this one and he greets me in a very enthusiastic way. After being shaved with a blade, he asked me about a massage. Despite my “nahin, nahin”, he insisted - a great virtue of the people of this country – and I decided to have a try. He purs oil in my hair (everybody does it here) and then he rub it thoroughly. When my hair is tangled enough, he starts to hit me so strong I almost cry. Punches behind my head that make me dizzy and with blurry vision. Head scrub. I know when he will beat me up again because just before he claps his hands once, a sound that makes me hold the arms of the chair while begging for mercy. Slaps in the back of my head with no compassion. Massage with a miniature version of the big machine used for flatten the ground. He uses the device for damaging my ear, with and without one of his fingers inside my ear. Another hand clap, another burst of hatred and a bunch of neurons less. After 5 infinite minutes and 3 or 4 hand claps more my torturer asks me proudly how does it feel. Hmmmyyyeaahh… good… a bit painful. I could stop thinking about why I had to suffer this way if I was paying for it even if it was less than one euro. Tarun did it too and he felt good, apparently it has to hurt.
1 comentario:
Vaya flojeras que estás hecho.
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