Tibetanos en el exilio. Tibetans in exile.




Existen muchas colonias tibetanas en la India. Las condiciones laborales no son mejores e incluso pueden ser peores que en el Tibet. Aún así, miles de personas cruzan la frontera para llegar a Nepal y de allí partir hacia alguna de sus colonias en la India. La más grande se encuentra en Dharamsala, exactamente en su periferia: McLeod Ganj. Es también el hogar de Su Santidad el XIVº Dalai Lama.

China “liberó” Tibet en el año 50. La emigración masiva empezó en 1960 tras el levantamiento del 59. El levantamiento no tuvo éxito y la represión china se intensificó. El actual Dalai Lama tuvo que huir por el peligro de ser arrestado o ejecutado. Muchos simpatizantes del movimiento tuvieron que huir con él. Desde entonces no ha parado el flujo de exiliados por voluntado propia. Escapan del control chino. A día de hoy en el Tibet, uno puede verse en la cárcel por tener una foto colgada de su líder político y religioso el Dalai Lama. Se les priva de su idioma: el mandarín se impone en educación y administración. Se alienta a colonos chinos (mandarinoparlantes) a crear una nueva vida en el Tibet mientras se margina a los nativos. Se les deniega el derecho a ejercer sus deberes religiosos. Protestas pacíficas (incluso por monjes) son castigadas con torturas y años de cárcel. El Panchen Lama, segunda autoridad religiosa del budismo tibetano, fue identificado a sus 5 años por el Dalai Lama. Fue arrestado por el gobierno chino en 1989 y nadie sabe dónde se encuentra (ni si sigue vivo). El Panchen Lama es el prisionero político más joven del mundo. Con la Revolución Cultural china, en los años 60, se incendiaron e hicieron saltar por los aires unos 6000 monasterios y monumentos históricos tibetanos.

La dicotonomía actual de la sociedad tibetana está, por un lado, en la lucha por cierta autonomía y la salvaguarda de la cultura o, por otro,  la independencia. La vía del Dalai Lama es la preservación de la cultura, sintetizada en el eslógan “Save Tibet“. No les importa tanto la independencia, sólo quieren que su cultura no muera. Al preguntarle a Tensii, en la colonia tibetana de Delhi, si odian a los chinos me contestó: “Mira, el Dalai Lama nos enseña que no hay que odiarles. Los chinos son gente como nosotros que simplemente intentan mantener una familia. No se puede culpar a todo un pueblo de las decisiones de un puñado de políticos”. Sin embargo, está ganando más fuerza la petición de independencia de china, con el eslogan “Free Tibet”. Es la opción que apoya la mayoría de los jóvenes tibetanos de hoy en día. Se intuye que cuando este Dalai Lama muera habrá una crisis y la balanza se inclinará hacia la independencia. Su Santidad, no sé cómo, ha declarado deja el trabajo: no se va a reencarnar más después de lo que le ha pasado al Pachen Lama ( fue señalarlo con el dedo como santo e ir al calabozo). Algunos tibetanos no son tan comprensivos como Tensii y sueltan algunos insultos dirigidos a China sin que se loes pregunte o hacen boicot a sus productos.

La mayoría de los pobladores de las colonias indias son segundas generaciones. Tibetanos que nunca han pisado su tierra. A estos se van sumando un goteo incesante de “newcomers” o recién llegados. Una señora de segunda generación (Tara de Dharamsala) nos decía que su empleado es newcomer (y por lo tanto no habla ni inglés ni hindi). Cómo todo exiliado, tuvo que ahorrar durante mucho tiempo para pagar a unos guías y pasar la frontera andando durante 30 días por los Himalayas para llegar a Nepal. Dan escalofríos al ver a la risueña señora  traduciendo y el newcomer asintiendo y sonriendo, mientras se proyectan en tu cabeza fotos de gente con los pies amputados por el frío o el video que grabaron unos montañeros dónde se ve a una patrulla de frontera china abatir a 7 tibetanos en medio de la nieve (hecho corriente pero nunca antes grabado: http://www.youtube.com/watch?v=BkMcj4vQtRU del documental Murder in the Snow). La misma señora con su eterna sonrisa pone sobre aviso de que  la llegada de cierta delincuencia en la zona. Muchos tibetanos no quieren trabajar por los bajos sueldos de McLleod.

Tanto a los newcomers como a las segundas generaciones no se les permite a entrada a Tibet por ser sospechosos. Tampoco son indios, por eso se sienten agradecidos hacia el pueblo indio que les acoge y les deja tranquilos sin problemas de visado. Hoy en día en la India son bastante estrictos con los visados y en otros países en la misma situación te meten en un campo de refugiados  (hay muchísimos ejemplos, como los españoles en Francia tras la guerra civil, birmanos en Tailandia…).

Googleando un poco es fácil encontrar más información y fotos de masacres del gobierno chino en Tibet.

Tras este ejercicio de compasión hacia esta cultura, ahí van dos datos:
1. El pueblo tibetano también cometió masacres en el pasado en nombre del budismo.
2. El Dalai Lama a veces come carne. Los tibetanos son curiosos en este aspecto. Me dicen que no se debe comer carne pero no se puede vivir sano sin carne. Solución: una plegaria especial para los animales que caen en tu estómago.











There are many tibetan colonies in India. The working conditions are not better and can be worse than in Tibet. Even so, thousands cross the border to reach Nepal and from there head to any colony in India. The biggest one is Dharamsala, exaclty in its suburbs: McLLeod Ganj. It's also the residence of His Holiness the XVIth Dalai Lama.

China "liberated" Tibet in 1950. The massive emigration started in 1960 after the 1959 uprising. The uprising wasn't successful and chinese repression increased. The current Dalai Lama had to flee for he was in danger of being captured or executed. Lots of suporters of the movement had to flee with him. Since then, the emigrant flow -by their own free will- hasn't stopped. They escape from Chinese control. Nowadays, in Tibet, one can end up in prison for hanging a picture of their political and religious leader the Dalai Lama. They are deprived from their language: mandarin is imposed in education and administration. Chinese colons (mandarin speakers) are encouraged to move to Tibet for a new life while locals are marginalized. They are denied the right of observing their religious duties. Peaceful protests (even by monks) are punished with tortures and years of prison. Panchen Lama, second religious authority in tibetan budism, was identified by Dalai Lama when he was 5. He was then arrested by the chinese government in 1989 and nobody knows his whereabouts (or if he's still alive). Pachen Lama is the youngest political prisoner in the world. With the chinese Cultural Revolution, in the 60s, around 6000 monateries and historical buildings were burnt down or blown up.

The current dichotomy amongst tibetan society lays between the strugle, in one hand, for some autonomy and the safeguard of the culture or, in the other hand, independence. The Dalai Lama's way is the protection of the culture, summarized in the "Save Tibet" slogan. They don't care that much about independence, they just don't want their culture die. When I asked Tensii, in Delhi's tibetan colony, if they hate chinese he answered: "Look, Dalai Lama teach us that we don't have to hate them. Chinese are people like us taht just try to maintain their family. You cannot blame a whole coutry for the decisions of few politicians.". Nevertheless, the independentists are growing powerful with the slogan "Free Tibet". It's the option supported by many young tibetans. It's foreseeable that a crisis might rise when the current Dalai Lama will pass away, and the balance will tip in favour of the independentists. His Holiness, I don't know how, declared that he quits the job: he's not going to reincarnate anymore after what happened to Pachen Lama (he pointed out who he was and then went to jail). Some tibetans are not as understanding as Tensii and insults China even when it's uncalled for and others make boicot to their products.

Most of the inhabitants in colonies through India are second generation. Tibetans that never stepped in their land. They are joined by an never ending dripping of newcomers. A second generation woman (Tara from Dharamsala) told us one of her employees is a newcomer (and cannot speak neither english nor hindi). Like every exilied, he had to save money for a long time to pay his guides and pass the border walking for 30 days through the Himalayas to Nepal. It gave you goosebumps when the smiling woman translates for us and the newcomer smiles and nods, while projecting in your head pictures of newcomers with amputated foot because of the cold or a video about a chinese border patrol shooting down 7 tibetans walking in the snow (ordinary fact but never filmed until then: http://www.youtube.com/watch?v=BkMcj4vQtRU from the documentary Murder in the Snow). The same lady with her eternal smile warns us about the increse of crime with the arrival of newcomers in the area. A lot of tibetans don't want to work with the low salaries of McLleod.

Both newcomers and second generations are not allowed the entrance in tibet for being suspicious. They are not indians neither, and so they feel grateful for this country that hosts them and allows them to leave in peace without visa problems. India is strict with visa issues and other countries with the same situation would have put them in a refugee camp (lots of examples, like spanish in France after the civil war, birmanians in Thailand...).

Using google is easy to find more information and pictures of massacres made by chinese government in Tibet.

After this compassion exercise, here go two datae:
1. Tibetans did some masacres in the past in the name of Budism.
2. The Dalai Lama sometimes eats meat. Tibetans are interesting in this issue. They say that killing animals is very bad. But they also say that you cannot be healthy wihtout meat. Solution: having a prayer for the animals that fall in your stomach.
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2 comentarios:

Erna dijo...

me ha encantad tu entrada sobre los tibetano, son tal y como los describes, si no te importa me quedo por aqui...
Un abrazo

Unknown dijo...

Gracias Erna! Ya perdonarás, pero llevo mucho retraso y no actualizo mucho el blog. A ver si me pongo las pilas...

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